"la intemperie por dentro" es ante todo el testimonio de una honda experiencia espiritual conducida por el duelo de la pérdida y el amor. En contraste con la coraza de nuestro pequeño yo, está nuestra piel de vida. La esencia de nuestro ser, al verse tocada por lo tremendo, puede acceder a la enseñanza escondida detrás de cada suceso significativo de la vida. En nuestra piel de vida se da la vivencia íntima, la fragilidad que puede volverse fortaleza auténtica. Pero este renacimiento del alma solo se puede producir si uno se enfrenta a la prueba: la lucha con el dragón como en el mito del héroe. Se puede atravesar el límite o no. Están en pugna la fuerza atávica de nuestros condicionamientos y la posibilidad de despertar al llamado.
Del prólogo de Leandro Pinkler