Hay escrituras que son un misterio. Y hay misterios que exigen sumergirse en ellos. Abelardo Castillo se sumerge en el tiempo a través de la historia, que es el tiempo humano. Y se interna en las historias, lo más humano del tiempo. La historia desde sus comienzos —la Biblia como tradición de la historia y de la literatura— hasta la actualidad —los libros y los sucesos que nos marcan cotidianamente—. La poesía de Castillo les pone versos —ritmo, rima a veces, música— a las preocupaciones que signaron su escritura. Salvo unas pocas excepciones, la poesía de Abelardo Castillo permaneció inédita hasta ahora. Él decía que era su secreto. Pero el deseo oculto de todo secreto es ser revelado. Y ésa es su fiesta. Texto de contratapa de Eduardo Mileo.
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Acerca de Castillo, Abelardo
Abelardo Castillo nació en Buenos Aires en 1935, pero eligió como ciudad de origen San Pedro, sitio donde transcurrió parte de su infancia y juventud. Es uno de los escritores insoslayables de la literatura argentina. Fundó y dirigió las legendarias revistas El Grillo de Papel, El Escarabajo de Oro y El Ornitorrinco. Fue novelista, cuentista, dramaturgo, ensayista y poeta. Escribió los siguientes libros: Las otras puertas (cuentos, 1961), El otro Judas (teatro, 1961), Israfel (teatro, 1964), Cuentos crueles (cuentos, 1966), La casa de ceniza (novela, 1968), Sobre las piedras de Jericó (teatro, 1968), Las panteras y el templo (cuentos, 1976), El señor Brecht en el Salón Dorado (teatro, 1982), El que tiene sed (novela, 1985), Las palabras y los días (ensayos, 1989), Crónica de un iniciado (novela, 1991), Las maquinarias de la noche (cuentos, 1992), Ser escritor (ensayos, 1997), El Evangelio según Van Hutten (novela, 1999), El espejo que tiembla (cuentos, 2005), Desconsideraciones (ensayos, 2010) y los dos volúmenes de sus Diarios (2014 y 2019). Su obra se completa con La fiesta secreta, el libro de poemas que presentamos en esta edición. Recibió el Premio de Autores Contemporáneos de la UNESCO por Israfel, el Primer Premio Municipal por El que tiene sed, el Segundo Premio Nacional por Crónica de un iniciado y el premio hispanoamericano José María Arguedas (La Habana) por El espejo que tiembla. El conjunto de su obra fue galardonado con el Premio Nacional Esteban Echeverría, el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores y el Premio Konex de Brillante. Sus libros han sido traducidos a quince idiomas. Murió en Buenos Aires en 2017.