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“Karina escribe como si no supiera que la van a leer. Juega a que no lo sabe y esa es la gracia de Ronda Politeísta, su acto de seducción. Desde el primer poema el libro se transforma en un diario personal donde lo íntimo muestra su potencia”. Con estas líneas, la poeta Natalia Litvinova comienza el prólogo de la segunda obra publicada por Raponi, compuesta por sesenta textos. “En ellos se desarman el sueño y la vigilia para construir un subsuelo hecho de marcas y de huellas”, cierra Litvinova.
